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Merseyside, Inglaterra.- Por actos de ‘grooming’ (acoso de menores a través de Internet) y haber planeado un posible encuentro sexual en un hotel con un menor de edad que era su alumno, por el cual se encontraba “emocionada” y había comprado lencería, una maestra auxiliar llamada Lydia Beattie-Milligan se encuentra en la mira de la ley y podría enfrentar la cárcel.
De acuerdo con reportes, la mujer, quien es casada y tiene dos hijos, mantuvo comunicación con un chico de 15 años de edad a través de mensajes de texto, los cuales evidenciarían un caso de acoso.
Lydia, a quien se le indicó que firmara en el Registro de delincuentes sexuales por sus acciones, niega que ella tenga un interés sexual en los menores de edad y aseguró que ella estaba intentando ayudar a su alumno, quien lidiaba con problemas de ansiedad.
Asimismo, la mujer, quien ha sido apodada ‘Mrs. Robinson’ en referencia al personaje de la película El graduado, indicó que cuando buscaba apoyar a su alumno ella también atravesaba por momentos difíciles.
Según ha trascendido, Beattie-Milligan insistió en que estaba bromeando cuando en uno de los mensajes ofreció al joven darle un masaje.
Los reportes sobre el caso indican que Lydia aseguró ante autoridades que se había dado cuenta de que cruzó los límites en su relación maestra-alumno con el chico de 15 años, por lo que decidió alquilar una habitación de hotel para ahí explicarle eso al adolescente.
Sin embargo, al juez que lleva su situación le tomó solo una hora condenarla por haber planeado un encuentro con un menor después de acosarlo sexualmente a través de la red.
El juez advirtió a la mujer que, pese a que le permitió la fianza y ordenó que se realizara un informe precondenatorio, cuando su sentencia se realice podría recibir una inmediata pena de privativa de la libertad. La cita en la Corte para su sentencia fue aplazada hasta septiembre.
Así descubrieron el posible acoso
La fiscal Cheryl Mottram indicó que la preocupación por la forma en la que Lydia Beattie-Milligan se relacionaba con el joven de 15 años comenzó luego de que otro empleado de la institución educativa en la que trabajaba notara que la maestra auxiliar parecía prestar una particular atención a dicho alumno, y que “actuaba muy familiar con él en el corredor”.
Luego de que Lydia le diera puntos extras en una clase al chico, el trabajador bromeó con el estudiante al decirle que parecía ser el favorito de la maestra. Fue entonces cuando el adolescente le mostró los mensajes que había recibido de Beattie-Milligan para encontrarse con ella en el hotel en una noche de sábado.
Se indica que la profesora fue suspendida y la situación se hizo del conocimiento de las autoridades.
Por su parte, la fiscal reveló que una colega de Lydia comentó que ella creía que la maestra auxiliar había alquilado el cuarto de hotel para verse con otro maestro, con el que había salido anteriormente y coqueteado a través de mensajes.
Ella recuerda que Lydia se había mostrado emocionada por el encuentro y que había comprado lencería… el tribunal dice que ella claramente estaba anticipando un encuentro sexual”, expuso la fiscal.
Beattie-Milligan, quien siempre insistió en su inocencia, aseguró que aunque sabía que estaba en contra de las políticas de la escuela obtener el número telefónico y otros datos de los alumnos, ella tenía el número de celular del chico para “apoyarlo”, y que esa era la única razón por la que se había vuelto cercana a él.
No puedo esperar para verte mañana, xx (besos)”, decía uno de los textos encontrados en las conversaciones de la maestra, mensaje sobre el cual Lydia dijo que ella siempre agrega ‘besos’ en los textos que envía a todos.
No creí que estuviera haciendo algo malo. En retrospectiva, sí, fue completamente inapropiado”, se reporta que externó la maestra.
Trascendió que, luego de que la profesora le indicara al chico en un mensaje que se preocupaba por él, el joven le respondió preguntándole que si eso significaba que lo amaba.
Oh Dios mío, no puedo dejar de pensar en ti pero sé que está mal. Golpeas mi cabeza, así que tal vez”, respondió la maestra al menor.
Ante las autoridades, Lydia dijo que fue en ese momento que comprendió que las “líneas comenzaban a borrarse”. Al ser cuestionada por la fiscal sobre que su respuesta no había sido detener lo que estaba haciendo y rectificar, Beattie-Milligan dijo que no estaba en un momento de claridad.
No. Estaba dispersa en ese momento. Ahora pienso en eso, estuvo completamente mal. Él me hizo feliz. Creo que pude haber estado un poco ebria, no puedo recordar haberlo enviado (el mensaje)”, dijo.
Otro de los mensajes encontrados y leídos en la corte fue uno en el que la maestra indicó que tenía “todos estos sentimientos, muy mal, pero no puedo evitarlo”. Lydia aseguró que esos “sentimientos” se trataban de aspectos “emocionales” y que no significaba que ella “quería saltar a la cama con él”.
La maestra además indicó que varios de los textos recuperados, algunos de los cuales involucraban aspectos relacionados con ‘bailes sensuales’ y estar “realmente excitada”, no habían sido enviados al joven, sino al maestro con el que había mantenido una relación y a un mediador de aprendizaje de la escuela, respectivamente.
Luego de que fuera condenada, el abogado de la acusada indicó que Lydia había sido apoyada en todo momento por su esposo, quien escuchó el juicio desde el tribunal del público.
Esta nota incluye información de:
Mirror y Daily Mail
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